Gimnasia y Esgrima de Mendoza escribió una de las páginas más gloriosas de su historia al consagrarse campeón de la Primera Nacional 2025 y lograr el ansiado ascenso a la Liga Profesional. El “Lobo” mendocino superó por 3-0 en la tanda de penales a Deportivo Madryn, después de igualar 1-1 en el tiempo reglamentario.

El equipo dirigido por Ariel Broggi consiguió así regresar a la máxima categoría del fútbol argentino después de 41 años. Será, a partir de 2026, el tercer representante de Mendoza en Primera división, junto con Godoy Cruz e Independiente Rivadavia, consolidando el gran momento futbolístico de la provincia cuyana.

El partido decisivo fue una verdadera final. En la segunda mitad, Luis Silba abrió el marcador para el conjunto chubutense y parecía encaminar la victoria para Madryn. Sin embargo, cuando el encuentro se moría, Gimnasia encontró el empate gracias a un penal ejecutado con gran precisión por Facundo Lencioni, que estiró la definición hasta los doce pasos.

En la tanda, el equipo mendocino fue pura efectividad y carácter. Luciano Cingolani abrió la serie con un remate cruzado que dejó sin chances al arquero rival. Luego, César Rigamonti se convirtió en héroe: detuvo el penal de Federico Recalde con ayuda del poste y mantuvo la ventaja. Lencioni volvió a asumir la responsabilidad y puso el 2-0, esta vez con un disparo esquinado. Cuando Nicolás Mana tuvo la oportunidad de descontar, otra vez Rigamonti adivinó la intención y contuvo su remate. Matías Recalde marcó el tercero y dejó al “Lobo” a un paso del sueño. Finalmente, Diego Crego estrelló su tiro en el travesaño, desatando la euforia mendocina y sellando el ascenso con un contundente 3-0 en la serie.

La consagración coronó una campaña que combinó solidez defensiva, compromiso colectivo y una identidad de juego clara. Gimnasia fue protagonista durante todo el torneo, mostró fortaleza en los tramos más exigentes y llegó a la final con un plantel que se potenció en el momento clave. Broggi, quien asumió en medio del campeonato, logró imprimirle al equipo una mentalidad ganadora que hoy se traduce en una gesta deportiva.

 Con este logro, Gimnasia empieza a soñar con su nuevo desafío: competir en la élite del fútbol argentino y mantenerse entre los grandes del país.